No es un secreto para ningún asiduo a los videojuegos los grandes problemas que provoca el lag o latencia en los jugadores, a la hora de realizar diferentes acciones en su partida.
Pero ahora, gracias a las gafas de realidad virtual Oculus Rift, podemos ver cómo sería vivir con esta molestia en la vida real.
Se trata de un experimento promovido por una compañía sueca de telecomunicaciones. La idea era bien simple, poner a cuatro personas a realizar actividades del día como jugar al ping-pong o batir un huevo sufriendo diferentes niveles de latencia, así como otros problemas habituales de la conexión a internet.
El resultado habla por sí solo, y como si de un capítulo de Brain Games se tratara, deja una curiosa muestra de cómo el lag nos hace más torpes engañando a nuestro cerebro.
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